La Campana del Reloj
La Campana del Reloj
La conjugación entre la mentalidad creativa y lo multidisciplinario que puede ser el desarrollo del subconsciente humano han forjado y consolidado a prósperos pensadores y escritores con cualidades únicas y especializados en diferentes campos del conocimiento han tenido la potestad de la unión exquisita de palabras en diferentes versos y en uno de los autores hondureños más predilectos en este don de las palabras y versos en los que podemos discernir la pasión moldeada en tinta y papel que nos han relatado historias que se relacionan directa o implícitamente con la historia de nuestro país que nos llenan de orgullo y nos motivan a justipreciar la literatura Hondureña.
Así es como podemos introducirnos a una breve parte biográfica de uno de los más polifacéticos autores, ensayista, abogado, profesor y dedicado investigador como lo fue Rómulo Ernesto Durón y Gamero, nacido en Comayagüela en el año de 1865 y acaecido en la ciudad de Tegucigalpa en 1942, estudiado en la Comayagüela y concluyendo sus estudios secundarios en el hoy conocido Instituto Central Vicente Cáceres y fue graduado en la Universidad Nacional donde se graduó de licenciado en jurisprudencia y ciencias políticas en el año de 1885. Se desempeñó en diferentes áreas demostrando así su carácter interdisciplinario y su capacidad de síntesis de conocimiento y su desarrollada habilidad en el área de las letras y literatura, se desempeñó como juez en la zona de Santa Rosa de Copán, fue subsecretario de relaciones exteriores, ejerció como docente de derecho y economía política, magistrado de la corte de apelaciones de lo civil y fue rector de la Universidad Nacional durante un periodo de 13 años.
Todo este contexto acerca de su historia nos ayuda a darnos cuenta como este autor tiene una forma tan característica de narrar sus historias, desde sus cargos políticos hasta sus investigaciones y su periodo de docencia le permitieron literalmente conocer, interpretar y aprender a describir a las personas de su entorno para sus historias, todo su conocimiento y sus experiencias fueron sintetizadas en sus relatos, lo que le dan un toque original y dejan su marca como uno de los más grandes ensayistas en nuestra historia nacional.
Después de tener una noción breve de su vida me centraré en una de su obras llamada "La Campana del Reloj", una recomendación literaria, esta obra es una sublime concepción y redactada de una forma eminente, la forma excepcional en la que el autor relata nos hace viajar a través de la cultura hondureña, siendo más puntuales, a una época en la que se encuentra plasmando lugares de una comunidad y describiendo personalidades de una forma tan real, el conocimiento de las personas de su país combinada con su forma de describir tan excelsa, el involucramiento de elementos culturales que han definido las comunidades de nuestro país traslada el pensamiento a una época completamente diferente y el drama de esta historia nos hace plantearnos un dilema moral de una gran historia de amor en la que se crea una tormenta en el corazón de personajes que aunque no tengan mucho desarrollo están en un escenario donde las respuestas de estos nos facilitan de gran manera la comprensión del contexto en los pensamientos de los personajes, historia donde algunos pueden tomar algunas acciones como un acto irreverente y antipático ante personas que aún no están al tanto de sus sentimientos lo cual crea un torbellino de emociones y debate de quien tuvo la falta, nos plantea personajes y un contexto basado en su época donde predominaba la religión católica en estos pueblos que fueron coloniales y que conservaron esta cultura y esta se hace presente de forma implícita en todo el drama de la historia
Y lo que a mi parecer resulta más emblemático de esta obra, recae en la personificación del repiqueteo de una campana, que gracias a la lucidez de sentimientos enlazados a su comparación nos permite entrecruzar los caminos de su melancólico y feliz sonar que representaba la unión de la población sin distinción alguna, de tal forma que deposita en nuestro ser una comprensión sentimental del acto.
Comments
Post a Comment